sábado, 18 de julio de 2009

Vida animal


Más allá de lo que me he encontrado durante mi placentero buceo (tema para otro u otros días) que es mucho y muy hermoso, la vida animal que uno se encuentra en la isla es variada y sobre todo sorprendente.
Probablemente ustedes se imaginarán que lo sorprendente viene por la
variedad o porque hay especies raras, tal vez desconocidas en Argentina... No, no es sorprendente por eso precisamente.
Es porque uno se puede encontrar animales en cualquier lado, en cualquier momento y haciendo cosas totalmente insólitas.
También porque la gente tiene una convivencia con los animales bastante cuestionable pues el trato es medio salvaje a veces y otras totalmente inexplicable. También se encuentran en su estado natural en algunos lados y hay mascotas como en todas partes, pero uno ve cada cosa ...

Vayamos a los ejemplos. Encontramos mascotas con dueños conocidos como Beau, el gato de Manta House que tiene 21 años (sí, algo increíble) o los gatos de Erica con su particular rutina de masajes: pareja de gatos (tipo novio-novia) que cuando la gata-novia, sale por las mañanas, su hija le masajea la espalda al novio de la madre. Todas las mañanas se repite el rito: "mientras la gata madre no está, la gata hija le masajea el novio" je je.
También está Norway, el perro de Dale pero que duerme y come donde a él se le ocurre. Por ejemplo, cuando Tanya se fue a Canadá y yo me quedé cuidando su casa,la primera noche se quedó a dormir en el jardín frente a la puerta de la que, a partir de ese momento, era mi casa.

Lo hizo un par de noches y después se volvió a dormir a su casa. Supongo que fue como darme la bienvenida al barrio...

Por otro lado, uno puede ver unos lindos patitos en una especie de enorme laguna que se forma en la salina cuando llueve (a.k.a "the pond"), algunas aves que aparecen imprevistamente y se detienen a mirar cuando uno está tipeando un mail o las miles hermosas lagartijas de todos los tamaños y variedades de verdes y marrones que están por todos lados y en todas las casas, jardines, calles, bares, etc.
Esas son las que más me gustan porque son inquietas, interesantes, simpáticas.

También hay cosas sumamente insólitas como por ejemplo, la cabra que siempre veo sentada sobre un banquito en el frente de una casa en mis caminatas diarias. La misma casa tiene un perro, otra cabrita y demás, pero esta cabra se manda sobre el banquito a la mañana y no hay quien la saque...Cuando el perro le ladra, lo mira como diciendo: - Y a vos qué te pasa, viejo? De acá no me mueve nadie, oiste?

Pero lo que más me impresiona es cuando de pronto aparecen 5 o 6 caballos en el jardín del centro de buceo que se meten porque se les ocurre y se ponen a comer el pasto o (peor aún) se mandan al galope por alguna de las calles principales o muy tranquilitos cruzando en medio de la noche una calle sin iluminación. Los caballos salvajes acá siempre fueron habitantes de la isla. Hay una señora (Elaine creo que se llama) que se ocupa de ellos si uno le avisa que vio tal o cual situación donde los caballos pueden estar en peligro o ser peligrosos para otros.

Pero a veces algún idiota se ocupa de torturarlos o alguno borracho los emboca con el auto. Un garrón. Además son unos caballos lindísimos. Hay chicos que adoptan los caballos para ellos y los montan en pelo pero la mayoría de los caballos, si nadie se ocupa de adoptarlos y cuidarlos andan por ahí como potenciales víctimas de algún tarado o posible causa de algún accidente.
Esto pasa también con algunas vacas y toros.
El otro día me fui a hacer mi caminata alrededor de las 19.30. Grave error porque ya estaba anocheciendo y me fui por una de las calles principales. De pronto me encuentro unas 12 vacas/toros que tranquilamente paseaban por la avenida sin decidirse mucho si ir por la mano izquierda o la derecha. Como consecuencia hacían "S"s y los autos, que venían a bastante velocidad, trataban de esquivarlas como podían.

Yo ya me veía venir los autos encima mío porque, obviamente, al esquivar las vacas yo iba a ser boleta así que opté por correr para pasarlas y salvar mi vida...
Recuerdo que la primera vez que vine a Grand Turk, alojada en Manta House, Katya me reguntó uno de los primeros días si había dormido bien o me había molestado el canto de los gallos. Yo na vez que me duermo, no me despierta nada... Así que le dije que ni sabía que había gallos pero después me enteré que los gallos vecinos tenían un reloj biológico que anda medio para el carajo y en lugar de cantar al por cantar tipo 2 o 3 de la mañana y empieza uno y los demás se contagian y no paran más ... También hay burros que a veces se ponen de acuerdo para rebuznar simultáneamente. Algo así como los perros cuando aúllan: empieza uno, otro lo sigue y sonaste. No paran más.

Por ahora, nosotros acá en nuestra casa actual, en Pelican House tenemos algunas aves en la otra laguna (hay más de un "pond") pero todo bien. Las lagartijas a la orden del día en todos lados pero sin problemas y tal como les dije el otro día, la interacción con la mafia perruna diariamente. Yo igual me siento más cerca de la vida natural en las horas submarinas, claro. Ahí todo es diferente, pero de eso les cuento otro día porque da para un rato largo. Que tengan un lindo sábado y creo que nos re encontramos mañana o el lunes, para el día del amigo :)

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