lunes, 20 de julio de 2009

Día del Amigo (que está lejos...)


Y sí. Por primera vez en mi vida, el 20 de julio, Día del Amigo en Argentina, lo paso físicamente lejos de todos mis amigos. El 20 de julio es al mismo tiempo el cumple de mi vieja, pero ella decidió festejarlo junto con el día del amigo yéndose de viaje con su amiga Anita a Salta por unos 10 días. Sí, lo de viajera inquieta viene por ese lado y dicen que lo que se hereda no se roba....

Volviendo al punto del título, lo he pasado otros años fuera del país pero siempre con algún amigo/a cerca. Ya fuera en Perú, Honduras, USA o en mi querida Buenos Aires, todos mis días del amigo fueron con algún amigo, celebrando al más puro estilo argentino: comiendo o bebiendo. Disfrutando un desayuno, almuerzo, happy hour al salir de la oficina, cena o un cafecito por ahí.

Este año, no. Este año, será puro on line desde temprano a la mañana. Ya sea llamando Skype to Skype, o skype a teléfono, Msn o como pueda. Los mensajes de texto que envío desde mi celu de acá a veces no llegan y si alguien me manda a mi celu de Argentina, no me entero porque acá no hay convenio con Movistar así que el día que vuelva a Buenos Aires, me llegarán todos los sms juntos je je...

El tema es que de alguna manera les haré llegar mi mensaje pero creo que la mejor forma por ahora es ésta. Desde acá para los que leen estas notitas sobre la vida en la isla. Y el mensaje es éste: Los extraño. Un montón, mis queridos. Cuándo alguien me pregunta si extraño mi país les contesto que básicamente son tres cosas. Dos son más sobrellevables: la falta de tango y no poder ver fútbol. La primera la zafo escuchando unos tangos lindos en mi iPod en alguna de mis caminatas o repasando los ejercicios de las clases de Anabela en La Catedral de vez en cuando. La segunda, mirando los resultados en el Clarín on line y llorando por los rincones viendo cómo va Boquita y mirando por milésima vez el DVD "Los 120 mejores goles de Maradona" al menos hasta que tenga internet en casa y pueda enganchar alguna transmisión on line. La tercera que extraño es mucho más difícil de cubrir: es la gente que quiero.

Acá tengo un par de amigos pero digamos que no es lo mismo. Amigos de esos con los que uno habla de lo que le pasa, pocos. Uno de ellos es Felix y pero es mi novio, así que digamos que con él no puedo chusmear algunas cosas (obviously...). Así que si bien tiene el mismo tipo de humor irónico y puedo compartir mil cosas con él, no entra dentro de la categoría "puramente" amigos. También está Phyllis, mi alumna de castellano, pero ahora está en Londres por un par de semanas. Es inglesa y su novio es dominicano. Y está Mariam, africana y que trabaja en SandBar. Pero nuestras amistades recién arrancan ahora y mi amigo irlandés Orán se fue a vivir a Tortola, British Virgin Islands así que bueno. Nada. Durante mi época de trabajar en SandBar socializaba mucho pero son todos vínculos muy "light". Será cuestión de empezar a trabajarlos más y generar algunos más profundos con la gente que siento más cerca.

¿Por qué se extrañan los amigos? Bueno, es obvio supongo. Tengo amigos que son "viscerales", que comparten mi vida, mi historia, mis sueños, mis dolores y mis felicidades. Que hemos viajado y/o vivido juntos o compartido días eternos de estudiar y hablar y reir y ver pelis mil veces ya vistas. Que reimos juntos hasta llorar y lloramos juntos hasta reirnos de nuestros propios dramas y nos entendemos entre nuestros balbuceos llorozos y nuestros propios códigos de palabras inventadas y sobrenombres privados para todos los personajes que circularon por nuestras vidas. Ni necesito decir quiénes son. Ustedes ya saben.

Y amigos de lo cotidiano que nos entendemos con una mirada o un gesto y que aunque no tengamos una vida compartida de mucho tiempo, nos pertenecemos igual que si nos hubiéramos conocido en el jardín de infantes.
Tengo amigos que son mi familia elegida y comparten mi vida hace 25 o 30 años y otros que hace poco tiempo pero fueron "amigos a primera vista".
Algunos están en Argentina, un par están en América del Norte, otro par en Europa, una amiga en Honduras, uno en Brasil, otros no sé dónde andan.
A algunos los veo más seguido, otros cada varios meses o años, otros sólo por internet. Pero todos están siempre conmigo donde sea que voy y por ahí me sorprenden apareciendo a través de una frase escuchada por ahí que me los recuerda, en alguna canción que suena repentinamente en el speaker a todo volumen de un auto que pasea por las calles de Grand Turk, en el chiste irónico que digo y nadie entiende ni a palos pero yo sé que cualquiera de ustedes entendería al toque...

Mi amigo Richard dice:"La distancia es una anécdota" y es cierto. Pero a veces quisiera superarla y sentir ese abrazo fuerte que Skype no permite. Todavía le falta mucho a la tecnología. Cuando era chica, entre los superpoderes, elegía la teletransportación como el más deseado. Sigo pensando igual. En este momento, lo usaría para pasar este 20 de julio en Buenos Aires con ustedes y volverme a la noche, después de la cena, a mi hermosa isla al lado de Felix y del inigualable mar turquesa, trayendo conmigo el calorcito de mi gente para sumarlo al verano caribeño.

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